Esos tiempos no volverán... aquí. Ahora bien, si me echas de menos, puedes leerme en Espíritu Racer, seguirme en redes sociales o incluso mandarme un correo. Érais miles pero me acuerdo de algunos, de ti por lo menos; si salimos a hostias alguna vez, lo he olvidado. Me daría con un canto en los dientes si todos los que me leíais antes siguiéseis haciéndolo. Y lo mejor de todo, ahora soy mi propio jefe: nadie me despide, nadie me recorta sueldo, nadie me cierra el medio, nadie me debe pasta... ¡Qué maravilla!